!Hijos Especiales para Padres Especiales!

"Dios nunca nos da una cruz más pesada de la que podemos cargar"

martes, 22 de febrero de 2011

BIENVENIDA A TU HOGAR

Qué lindo es estar en casa, respirar el aire de mi hogar que no cambio por nada, pero todo está en silencio se nota la ausencia de mamá. ¡Oh no mi mamá!, cómo se lo diremos a ella, ella que tiene ese carácter tan fuerte, cómo irá a reaccionar, el más temeroso es mi pareja dice que mi mamá no va a aceptar a mi hija, ya está pensando a dónde mudarnos, dice que mi mamá no va a querer que nos quedemos en la casa.


La casa está llena, todos han venido a conocer a mi hija y a felicitarnos por esta nueva etapa, habrán venido sólo por curiosos, o para ofrecerme su apoyo, yo creo que por lo segundo. Todos han traído muchos regalos para la bebé, ya no le falta casi nada. Mamá vendrá mañana temprano de su viaje, está ansiosa por conocer a la bebe, no he querido que le cuenten nada todavía, mi tía Mirna estará en casa antes que mamá para que me ayude a decírselo, sólo ella podrá domar a la fiera en caso de que se ponga brava.


Delia ven tu nieta está en el cuarto. Hay que chinita te ha salido, ¿por qué saca tanto su lengüita?, déjame verla bien. No hija esta no es mi nieta, te la habrán cambiado en el hospital, decía mi mamá riendo, mientras que yo no me pude contener más y empecé a llorar. Qué pasa me dijo mi mamá, ¿está enferma?, ¿tiene algo la bebé? Llorando grité, mami mi hija es especial tiene síndrome de down. No sabía que iba a pasar, qué diría mamá.


Hija no llores me dijo abrazando a la bebe, has sido bendecida, Dios nos ha mandado un angelito a la casa, no te preocupes que te voy a apoyar en todo, tú y la bebé van a estar bien. Gracias a Dios mi mami también aceptó a mi hija y la bebé se robó el cariño de todos desde el primer momento.

jueves, 17 de febrero de 2011

AFRONTANDO LA REALIDAD

La visita se va y otra vez sola, sólo me queda llorar, valla mi suerte pensaba, me había sacado el premio mayor. Un día más y estas lágrimas que no dejaban de caer, nada me consolaba, sólo el dolor y la tristeza inundaban mis días. Sin embargo bastaron unas breves pero sabias palabras para sacarme de aquella hoguera en la que me encontraba.

Porque lloras me dijo un doctor que con inmenso amor y ternura cargó mi hija, ¿qué es lo que tiene tu bebe?, tiene Síndrome de Down respondí entre sollozos, ¿y por eso lloras? me dijo, ¿le falta un brazo?, ¿le falta acaso una pierna?, ¿está desahuciada?, a mí me parece que no, yo la veo llena de vida, no sé por qué lloras, tu hija es tan normal como tú o como yo, lo que tiene no es nada del otro mundo, más bien da gracias a Dios por la bendición que te ha enviado, hay casos que realmente merecen lágrimas, pero lo que tiene tu niña no es nada. En ese momento me sentí la persona más estúpida del mundo, había desperdiciado 3 días de mi vida llorando por algo que ya no se podía cambiar y por algo que, en ese momento comprendí, no era el fin del mundo.

Fueron 03 días en los que prácticamente rechacé a mi hija, creo que fue una etapa de negación que se suele presentar cuando nos ocurre algo terrible, pero a partir de ese día traté de asimilar la noticia, me hice más fuerte, no por ello dejó de ser algo triste, sabía que mi vida cambiaría, que no sería como había imaginado, pero las cartas ya estaban echadas y sólo me tocaba elegir las adecuadas para ganar la partida.

Ya es sábado, si no me dan de alta hoy me quedo hasta el lunes, tengo que salir hoy como sea porque mis tías están organizándome la bienvenida en mi casa, no puede ser tengo fiebre, no le puedo dar el termómetro a la enfermera porque me van a negar el alta, le bajaré la temperatura el termómetro, ahora sí, de hecho me voy hoy.

lunes, 14 de febrero de 2011

YA TE CONOZCO PERO AÚN NO SÉ NADA DE TI

!Primera Foto de Arianita!
Ya no recuerdo cuántas horas pasaron, pero al fin me la trajeron, podía ver en sus rasgos algo distinto, algo extraño, ojos chinitos, orejitas de duende, nariz achatada y una lengüita que se asomaba de cuando en cuando que me hizo llorar. Temblorosa le tome una foto, qué hago ahora pensaba, ojala que no, Dios quiera que no, y si le digo a mi pareja de mis sospechas, no pero para que lo voy a angustiar son solo sospechas, mejor hablo con mi prima, oh no me quedé sin saldo, bueno me alcanza para un mensaje multimedia, le mandaré la foto a mi prima y que me diga que opina.

Mi prima estaba con mi pareja, él ya sabía todo, cuando la bebé nació los doctores hablaron con él, pero nadie se preocupó por mí. Mi prima recibió el mensaje y le dijo a él que hablara conmigo, tienen que prepararla le dijo. Él lloraba a meres mirando la foto y se resistía a creerlo. Mientras tanto yo intentaba darle de lactar a la bebe, pero esa lengüita no la dejaba succionar, las horas pasaban y yo cada vez más me angustiaba. Venía una y otra enfermera para enseñarme las técnicas para que me salga leche, pero eso no bastaba la bebe debía mamar. Yo desesperada pedía leche a enfermería para que le dieran con jeringa.

Al cabo de unas horas una enfermera que pasaba por mi cama me dice qué pasa señora porque no le da leche a la bebe, no sabe que su hija es especial con más razón debe alimentarla, fue un frase que retumbó en mis oídos mientras todo mi mundo se paralizaba. ¿Especial? me pregunté a mi misma, que habrá querido decir, si todos los hijos son especiales. Ahora sí lo tenía casi confirmado, pero porque ningún doctor viene a decírmelo, Dios debí haber dado a luz en una clínica, todo sería distinto.

Luego se me acercó un doctor y me dijo que al parecer la bebe padecía del Síndrome de Down, era algo que no me lo podía confirmar porque para ello debían someter a la bebe a varias pruebas, pero que sus rasgos físicos encajaban en ese cuadro, yo sólo atiné a llorar y llorar, tenía mil interrogantes y mi ignorancia del tema me hizo tener mucho miedo, ¿cuánto tiempo vivirá?, ¿va a caminar?, ¿va a hablar?, ¿es mi hija o me la habrán cambiado?, ¿ahora qué hago, qué va a pasar?.

Ya es la hora de visita, ahora van a venir todos a verla, ¿qué dirán?, ¿se darán cuenta?, y yo con mis ojos hinchados qué vergüenza. No lo puedo creer flores y chocolates, pero qué le pasó. Él me entregó ese lindo arreglo floral y abrazándome muy fuerte sollozando me dijo no te preocupes, todo saldrá bien, siempre voy a estar a tu lado, tú querías una mujercita para jugar con ella y lucirla con los trajes, ahora tienes una muñequita y será tu muñequita por siempre. Todos estaban muy contentos por la bebe, decían que era igualita a mí, recibí el apoyo de toda mi familia.

viernes, 11 de febrero de 2011

EL PARTO



Afrontar el hecho de que tu hijo es especial es sumamente duro, es algo así como pasar del blanco al negro de un segundo al otro, sin haber transitado antes por la escala de grises, es como cambiar de un día lleno de luz a una noche sumamente fría y oscura, es algo así lo que yo sentí.

Recuerdo que entré a la sala de parto muy pero muy nerviosa, toda mi familia estaba en la sala de espera, mi papá, mis tías, mis primas, mi pareja, mi cuñado, mi hermano, todos, excepto mi madre quien se había ido de viaje días antes prometiendo regresar a tiempo, sin embargo el parto se adelanto y tuvieron que operarme de emergencia porque la bebe estaba presentando pocos latidos y no se movía mucho, presagio de que las cosas no saldrían del todo bien. No sé si los nervios que sentía eran por el hecho de la cesárea de emergencia que debían hacerme o por el instinto de que algo andaba mal.

Ya señora cálmese, si sigue así no la podemos operar, pónganle más epidural, porque así como está no le va a hacer efecto, decía la enfermera mientras me pinchaban una y otra vez con aquella gran aguja que me dejó un terrible dolor de espaldas por muchos días.

No sé si fue por el exceso de epidural o por el desgaste físico y mental que estaba casi dormida cuando la bebe nació, sólo vi que un potito se aproximaba a mi rostro y oí una voz que decía muéstrale la carita, lo primero que quiere ver la mamá es el rostro, pero aquella persona que sujetaba a la bebe hizo caso omiso a la sugerencia y dirigiéndose a mi dijo, señora logra ver el sexo verdad?, a lo que con una gran duda respondí preguntando ¿es mujer? con sólo ver el potito no podía saber el sexo, pero por las ecografías previas ya se sabía que sería mujer. No sé porque la enfermera no me mostró a mi hija, pensó acaso que toda zombie como yo estaba me iba a percatar de que mi hija tenía algo “diferente”.

Transcurrían las horas y no me entregaban a la bebe, casi todas las otras señoras que habían dado a luz junto a mí ya tenían a sus bebes con ellas, pero la mía nada, lo peor es que nadie me decía nada, trataba de buscar alguna enfermera cómplice que me diera una pista, que me dijera algo, pero lo único que esas robots decían era no se impaciente, si no la traen por algo debe ser.
Que angustia la mía, que estaría pasando, acaso la bebe estaba mal, nadie me decía nada.

jueves, 10 de febrero de 2011

HIJOS ESPECIALES


Todos los padres consideran a sus hijos como seres especiales, ya sea porque son una prolongación de su propia vida o por el inmenso amor que se le tiene a los hijos. Sin embargo hay quienes realmente podemos decir que tenemos hijos especiales, no solo por el lazo que nos une a ellos o por el sentimiento que se les tiene, sino porque realmente lo son.

Hablo de aquellos seres que sin ser diferentes a los demás tampoco son iguales al resto, son aquellas personitas que a pesar de sus discapacidades son más capaces que muchos de nosotros, porque tienen el alma pura y el corazón limpio, se entregan sin medida y dan todo de si siempre sin esperar nunca nada a cambio.

No tienen que hacer mucho esfuerzo para sacarnos una sonrisa o para pintarnos una lágrima en el rostro, son sus disfuerzos, sus pequeños grandes pasos, sus inmensas ganas de superarse, su facilidad para salir de las dificultades, lo que realmente los hace especiales.

Siempre quise tener mellizos, a cambio Dios me dio una hija especial, y la verdad es un trabajo duro, es más bien como tener trillizos. Tener un hijo especial no es fácil ni sencillo pero sí muy gratificante.

lunes, 25 de enero de 2010

Siempre sentimos que somos las persona más desdichada del mundo… ¿Realmente lo somos?

He escuchado a muchas personas lamentarse por cosas insignificantes, echarse a llorar por tonterías, hay muchos que sienten que sus problemas son los peores, que no podrán salir de esta, hay otros que se ahogan en un vaso de agua ante cualquier dificultad cuando realmente lo que les sucede no es gran cosa.

Yo misma he caído en esto, felizmente no muchas veces, pues alguna vez alguien me dijo: “cuando tengas un problema y te sientas derrotada, cuando tal vez creas que ya no hay nada más que hacer para salir de esa situación, cuando sientas que el mundo se te está viniendo encima, sólo mira a tu alrededor y verás que lo que te sucede a ti no es nada en comparación a lo que le sucede a otros, pues siempre habrá alguien que tenga un problema realmente grave y más complicado que el tuyo".

Sólo mira este video, tal vez te ayude a reflexionar!!!

http://www.youtube.com/watch?v=993rZrfLBjg&feature=player_embedded